"Through me the way into the suffering city, Through me the way to the eternal pain, Through me the way that runs among the lost. Justice urged on my high artificer; My maker was divine authority, The highest wisdom, and the primal love. Before me nothing but eternal things were made, And I endure eternally. Abandon every hope, ye who enter here."

5.06.2007

La neurosis del V3 y la anorexia.

Según un estudio de ALUBA, una de cada 10 chicas padece de bulimia y anorexia.

Artículo de Clarín al respecto

Ahora bien, acá se cita a una diseñadora de modas que especula que es más elegante una mujer delgada que una gorda. Me cuestiono si en realidad la culpa no es social.
Si bien son las diseñadoras de moda las que postulan imágenes anoréxicas como ideales de belleza (no olvidemos los ultra desnutridos maniquís de FTV Europa), acatar o no esos moldes corresponde a una actitud social.
En Estados Unidos está consensuado que el modelo físico no se ajusta a los ajustados jeans de las Argentinas. Acá, para vestir un jean, hay que ser talla 26 como mucho, o rebajarse a comprar a los negocios coreanos en busca de una talla de pantalón para señora, como si una señorita no pudiera tener caderas dignas de nuestra amada Monroe.

Ahora bien, el cuestionamiento es simple, ¿No es la hipocrecía la que resulta de esta postura de moda?
La cantidad de madres que pasan por aquellas vidrieras viendo que la talla 1 ahora es 4. La ex S ahora existe como M y se creó el XS.

Hace algún tiempo fuí a la bond a comprar pollera militar. Si bien ya no uso ese tipo de telas, recuerdo que me costó conseguir una en talle M. Prácticamente al mes, los locales se saturaron de polleras militares cuyo talle LARGE apenas me llegaba a la cadera.

No es comprensible que la mujer ahora sea un objeto de 1.50 de estatura y 37 kilos de peso. Si bien la moda se ha ido ciñendo a travez de los años, se ha adecuado el prehistorico modelo de la fertilidad al twiggy style, ahora es exigido un twiggy style con curvaturas dignas de Marlene Dietrich (solo que ultra delgada).

La mujer quiere ser Barbie. Quiere ser rubia, quiere ser tonta, quiere un novio con Renault Megane bordó y trabajo de RRPP de Palacio Alsina. Quiere fumar y no comer, o ser vegetariana y no adelgazar. Elije ser hippie chic, elije ser chica electrónica, pero no elije ser si misma.

Entonces, las madres entran a páginas pro ana espantadas de aquello de lo que no se espantan cuando lo ven a diario. Es decir, lo legitiman. Legitiman que un negocio les venda a sus hijas un pantalón que les exigirá un peso inamovible. Siguen legitimando que la sociedad busque lo light.

La comida light, la literatura light, el celular flaquito.

Papá tiene el V3, ultra delgado.

Y está bien, dale che, sigan... que hasta los celulares no pesen nada, total esta autora esta orgullosa de su C66, gordito y old school

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